miércoles, 22 de febrero de 2017

Pillado in fraganti mientras vertía escombros ilegalmente

Un individuo esparce impunemente escombros junto a unos contenedores
PÍA - Arcos de la Frontera

   En la tarde de ayer, a las 16:50 horas, se cometió un atentado más contra la Naturaleza, una lacra que sólo se puede erradicar con educación y cultura.

   Un individuo paró su coche en las inmediaciones de uno de los puentes que cruzan el Guadalete y en este entorno de la Peña de Arcos, hoy declarado Monumento Natural de Andalucía, no se le ocurre otra cosa que vaciar varios sacos de escombros junto a unos contenedores. Ni siquiera se paró a pensar en los operarios públicos que tienen que recoger sus residuos, ya que los esparció y tampoco vio el delito que estaba cometiendo, lo hizo a plena luz del día y sin ningún disimulo, aunque esto no significa que ignore las leyes, pues según parece este hecho es una costumbre...

   Esta zona no es ningún vertedero y su limpieza la pagamos todos. Cabe destacar que desde las casas colindantes con la famosa Peña, desde lo alto, todavía algunos vecinos también arrojan sus residuos, siendo una vergüenza para el resto de los arcenses, porque además generan un peligro innecesario para el entorno y para quienes se arriesgan con cuerdas de escalada para limpiarlo.

  El daño que estas "buenas gentes" están causando al medio ambiente, también repercute en el turismo, dando una imagen de dejadez y de personas ineducadas, tirando por los suelos la imagen de todos.

  Estos hechos están tipificados como delitos graves contra la Naturaleza y se actuará en consecuencia. Es muy fácil creer en la impunidad, en que ahorras el dinero de las licencias de obras, (si haces esto..., es porque tienes menos papeles que una liebre), que entre todos pagamos los abusos de unos pocos, pero hay que pensar en las consecuencias: No podemos vivir en un vertedero o en una cloaca, sólo porque a unos degenerados se les haya ocurrido ahorrarse algunos euros.

   LA NATURALEZA se defiende, es nuestra riqueza y PATRIMONIO, el legado que nos han dejado nuestros ancestros y el que vamos a dejar a las generaciones venideras.

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