La llegada de las garcillas bueyeras a sus dormitorios, es uno de los espectáculos más sobrecogedores de Andalucía. Aquí en Arcos, en la rivera del Guadalete tenemos uno de los más espectaculares.
Todas las noches, poco a poco, pequeñas bandadas de veinte, de treinta, de sesenta individuos... van sumándose hasta formar una horda de miles de pájaros. Vienen de echar una gran jornada buscando alimentos durante todo el día por los alrededores, coloreando de blanco la campiña. Limpiando de garrapatas al ganado y también comiendo lombrices, ratones, batracios y algún que otro desprevenido pájarillo, algunas de estas aves se habrán recorrido más de 60 kilómetros a lo largo del día.
Cuando llegue la primavera, vestirán otro plumaje y cambiarán de dormitorio, buscando los cuarteles de cría, dándose la circunstancia que aquí no tienen que viajar tanto, pues el más cercano lo tenemos en el tarajal de la cola del embalse de Bornos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario